miércoles, 14 de noviembre de 2012

Biodiversidad

La biodiversidad se refiere a la variedad de especies de plantas, animales y otras formas de vida presentes en el Planeta.  Esta biodiversidad comprende no tan solo los diferentes biomas y ecosistemas que se dan en el Planeta,sino también la variedad de especies presentes en los mismos y la diversidad genética que existe entre los miembros de cada especie.  La preservación de esta biodiversidad depende en gran medida de la conservación de los hábitats en que cada una de estas especies lleva a cabo sus procesos vitales.  El hábitat
provee alimento y  protección  a las distintas especies.  Cada especie, a su vez, aporta al hábitat ya sea esparciendo semillas, abonando el suelo con sus desechos, evitando el crecimiento desmedido de otras especies, y protegiéndolo de la entrada de depredadores que podrían eliminar alguna especie esencial para el balance ecológico.  Las especies de plantas y animales se adaptan a su hábitat a tal grado que les sería
prácticamente imposible sobrevivir bajo condiciones diferentes de temperatura, humedad, disponibilidad de alimentos, especies depredadoras, y otras. 

  ¿Cuántas especies existen?
Se estima que existe un total de 10 millones de especies en el Planeta.  Estas especies incluyen animales, plantas y una gran variedad de microorganismos.  De estas 10 millones de especies, 1.4 millones ya han sido han debidamente  identificados por los científicos, y los restantes 8.6 millones permanecen aún sin identificar.  Al destruir un hábitat, por lo tanto, el ser humano no solo está eliminando especies conocidas, sino que también destruye especies que aún no han sido identificadas y que podrían ser la solución a muchos de los males que aquejan a la humanidad...
¿Qué actividades humanas atentan contra la diversidad de especies y ecosistemas?
Varias actividades humanas atentan contra la diversidad de especies en la Tierra ya sea por su acción directa contra alguna especie en particular, o por su efecto sobre el hábitat de dichas especies.  Entre las actividades humanas que amenazan la diversidad genética, de especies y de ecosistemas se encuentran
las siguientes:
La sobreexplotación de especies de plantas y animales - Los humanos ocasionamos la pérdida directa de individuos de muchas especies para propósitos comerciales, de alimentación o de entretenimiento.  La matanza de elefantes para extraer el marfil de sus colmillos, la sobrepesca de peces y mariscos, y la sobrecaza de especies para fines deportivos son causa de la eliminación progresiva de muchas especies y de la diversidad genética que hay en ellas.  En el caso de las plantas, el sobrepastoreo de ganado en una misma área elimina totalmente el pasto que en ella crece, afecta la sobrevivencia de los microorganismos que crecen en el suelo asociados a este pasto, y afecta la fuente de alimento del ganado.

La alteración y fragmentación de hábitats  Como vimos anteriormente, cada especie requiere un área territorial que provea los alimentos suficientes para garantizar la subsistencia del grupo.  Al fragmentar un
hábitat por la construcción de carreteras, urbanizaciones, centros comerciales y otros, se reduce el área necesaria para sostener al grupo de individuos de una especie dada.  Esto ocasiona una merma en el número de individuos de dicha especie y la eliminación de la diversidad genética presente en dichos individuos.
La contaminación del agua, el suelo y el aire - La contaminación de cuerpos de agua reduce la concentración de oxígeno disuelto presente en los mismos y los hace menos viables para sostener una mayor diversidad de vida.  Puede hacerla también no apta para consumo por parte de las especies que de ella dependen, limitando así la disponibilidad de este recurso esencial.  La contaminación del suelo afecta su capacidad para sostener la vida y limita la diversidad de plantas y de microorganismos que puedan desarrollarse y subsistir en el mismo.  Esto, a su vez, afecta las especies de animales que se alimentan de estas especies de plantas y microorganismos.  La contaminación del aire, por su parte, afecta tanto la calidad del agua como la del suelo, ya que los contaminantes presentes en el aire son arrastrados por la lluvia hacia la superficie del suelo y los cuerpos de agua, afectando su calidad.
La introducción de especies exóticas - La introducción de especies nuevas causa un desbalance en el equilibrio del hábitat.  La nueva especie puede competir por alimentos y por territorio con las especies nativas, causando que se exceda la capacidad de acarreo del hábitat y que se pierda parte o la totalidad de la población adaptada a él.  Las especies exóticas pueden también destruir o alimentarse de las crías de alguna de las especies ya presentes, afectando significativamente las posibilidades de supervivencia de estas especies.
La domesticación de especies de animales y plantas - El proceso de domesticación de especies de animales y plantas comenzó hace decenas de miles de años en la región de Etiopía enAfrica, cuando los seres humanos comenzaron a cultivar plantas y criar animales para su subsistencia.  La selección de algunas especies sobre otras, y la selección de aquellos individuos de cada especie que fueran más resistentes a sequías y depredadores, o más mansos, hizo que se redujera tanto el número de especies como la diversidad genética de las mismas.  Las especies descartadas en aquella época bien podrían haber tenido la configuración genética que se requiere para resistir las enfermedades y condiciones del presente.  Este potencial genético, sin embargo, se perdió como resultado de la domesticación.
Otro resultado de la domesticación y de la manipulación de especies por el ser humano es el desarrollo de nuevas enfermedades o de variantes de enfermedades existentes.  Este es el caso de la enfermedad de las vacas locas que afecta a algunos países de Europa y Sur América, y que se cree que proviene del contenido animal presente en el alimento que se ha venido administrando al ganado para aumentar su contenido protéico.
Las consecuencias de la sociedad de consumo - Como consecuencia de la industrialización y de las actividades típicas de la sociedad de consumo, como son el uso del automóvil y la producción de bienes haciendo uso de energía proveniente de combustibles fósiles, los seres humanos hemos aumentado la
producción de gases de invernadero.  Estos gases (bióxido de carbono, metano y óxido nitroso, entre otros)
aumentan la capacidad de la atmósfera para retener calor, y son la causa del calentamiento global.  Los cambios climáticos que se anticipan a nivel global como consecuencia del aumento en la emisión de estos gases de invernadero también tendrán un efecto sobre la biodiversidad de vida en el Planeta, ya que se cree que muchas especies de plantas y animales en ecosistemas acuáticos y terrestres no podrán resistir los
cambios que se anticipan debido al alza en la temperatura de sus hábitats.

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